Convocan a firmar en rechazo al golpe de Estado en Bolivia

. - Martes 12 de noviembre - 4:25 pm -

El Comité para la Libertad de Los Presos Políticos y en contra de la Represión Social en Puebla y la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre, elaboraron una misiva que invita a firmar en rechazo al golpe de estado perpetrado en Bolivia.

En solidaridad, esta casa editorial ofrece el cajón de los comentarios de esta publicación para recabar a los lectores que se quieran sumar a signar esta carta, mismos que añadiremos al final de esta publicación.

“Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad”. Bertolt Brencht.

Las y los abajo firmantes condenamos el golpe de estado que se ha perpetrado contra el Estado Plurinacional de Bolivia, mediante fuerzas y representantes de extrema derecha pertenecientes a la burguesía boliviana; la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Bolivia instigados y respaldados por el imperialismo de Estados Unidos, tal como hoy lo denunció Noam Chomsky al señalar que “el golpe es promovido por la oligarquía boliviana (…) y cuenta con el total apoyo del gobierno de Estados Unidos, que desde hace mucho tiempo está ansioso por expulsar a Evo Morales y a su movimiento del poder”.

Esto es una grave amenaza para la vida democrática de la región latinoamericana, la cual padeció una serie de golpes de estado en la segunda mitad del siglo XX con dictaduras militares encabezadas por siniestros personajes como Pinochet, Videla, Stroessner, Banzer, para mencionar a unos pocos.

Esta oleada golpista generó una espiral de crímenes de lesa humanidad y violaciones graves de derechos humanos con el objetivo de mantener a millones de personas en condiciones de explotación, pobreza y obediencia, mediante la imposición del modelo económico neoliberal y la doctrina de seguridad nacional latinoamericana, cuyo principio rector era el exterminio de todo adversario político, convertido en enemigo a destruir por las minorías que ejercían el poder político, económico, militar y delincuencial.

Cualquiera que pusiera en riesgo su statu quo al luchar por la democracia y la justicia social debía ser eliminado.

Hoy somos testigos de como, al agravarse a nivel planetario la crisis capitalista, los pueblos están buscando alternativas y cambios de modelo político y económico que aseguren justicia social para todos, en vez de privilegios para unos cuantos, y como ejemplo tenemos los recientes sucesos político-sociales en Ecuador, Argentina, Perú, Panamá, Haití, Honduras o Chile, aunque, al mismo tiempo, las elites económicas han optado por resucitar un fascismo que avanza en el mundo. Basta ver su avance en Europa, como ejemplifica el auge de VOX en España.

Sin embargo, es en nuestro continente donde gobiernos de corte ultraderechista se han hecho del poder estatal mediante novisimos tipos de golpe de estado, que incluyen fórmulas parlamentarias, judiciales y militares, acompañadas de campañas de choque, violencia y desinformación generados por “la oposición” y sus “medios independientes” cuyos nexos con fundaciones, organismos y personajes de Estados Unidos son casi siempre públicos y notorios, sea en Venezuela, Brasil, Argentina o Bolivia.

Estamos ante un frente reaccionario, diverso y articulado, que establece estrategias de desestabilización en países que han declarado su rechazo abierto a las políticas imperiales de EUA, promovidas y defendidas por las fracciones mas recalcitrantes y reaccionarias de cada una de estas naciones.

Lo que hoy ocurre en Bolivia puede convertirse en efecto domino contra la soberanía y la libertad de los pueblos latinoamericanos. No debemos olvidar los reiterados intentos de intervención y bloqueo económico que Estados Unidos ha aplicado contra Venezuela, o las amenazas veladas hacia México bajo pretextos de seguridad nacional combate al narcotrafico y el supuesto estado fallido.

La deriva golpista de Bolivia es, pues, una amenaza directa a todos los países que están tratando de reconfigurar un bloque de gobiernos progresitas en la región, justo cuando la hegemonia economica de Estados Unidos se encuentra en peligro y Washington quiere impedir a toda costa una política exterior libre de su tutela Imperial.

Por lo anterior, hacemos un llamado a todas las fuerzas democráticas, populares y progresistas a rechazar el golpe de estado perpetrado en Bolivia y a organizarnos desde movimientos, partidos y gobiernos para impedir que las negras alas del fascismo se sigan desplegando en nuestro continente.

Debemos condenar los métodos fascistas que buscan imponer, mediante fuerza, violencia y terror la dominación de unos pocos sobre una mayoría de trabajadores, campesinos y profesionistas que desean un camino de justicia, igualdad y libertad para todos.

Debemos trabajar juntos contra esta renovada ofensiva del intervencionismo yanqui y sus aliados golpistas para hacer valer el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos y las Constituciones que los pueblos de cada país decidan tener. Frenemos en común el avance del fascismo para que nunca más otra Operación Cóndor se imponga sobre la voluntad soberana de nuestras naciones con el terror por bandera.

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