Salud y Econom�a: La vulnerabilidad de los adultos mayores

CDMX . México - Jueves 9 de abril - 8:23 am - Mexicanos VS Corrupc

En el marco de la pandemia mundial de Covid-19 y la entrada de México a la Fase 2 de transmisión comunitaria, el 24 de marzo se publicó en el DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN el Decreto mediante el cual se exhorta al sector público y privado evitar la asistencia de adultos mayores a los centros de trabajo con goce de sueldo y prestaciones. Es, sin duda, una medida de prevención justificada y necesaria, pues la experiencia internacional ha demostrado que las personas de 60 o más años conforman un grupo altamente vulnerable a sufrir las peores consecuencias.

De acuerdo a las últimas cifras disponibles, en México hay 15 millones de ADULTOS MAYORES, y más de 8 MILLONES SON BENEFICIARIOS del programa de pensión gubernamental que este mes dará doble pensión (la segunda por adelantado, lo que implica que el siguiente bimestre no recibirán el beneficio) para poder ayudar a subsanar las necesidades extraordinarias que se presentan durante esta pandemia. Los 7 millones restantes no recibirán esta ayuda.

En el ámbito laboral se estima que más de la tercera parte de las personas mayores de 60 años, 5.7 millones de adultos mayores, forma parte de la población ocupada (ENOE 2019). De estos, 3.3 millones trabajan de manera independiente, muchas veces de manera informal y, dada esta condición, no están contemplados como beneficiarios de las medidas del Decreto recientemente anunciado. Ellos no podrán recibir un salario a menos de que salgan y realicen sus actividades como cada día, aunque se expongan al riesgo de contraer el virus. Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad retrató esta realidad en una NOTA ANTERIOR, en la que los adultos mayores entrevistados afirman tener miedo de la situación pero reconocen que no tienen otra posibilidad más que salir a trabajar.

Las personas de entre 60 y 67 años que no pueden pedir la pensión, más prácticamente un millón de adultos de la tercera edad que se encuentran en SITUACIÓN DE POBREZA ALIMENTARIA, y los 3.3 millones que no tienen un sueldo fijo conforman un grupo especialmente vulnerable, pues se enfrentan tanto a riesgos económicos como de salud. Por poner un ejemplo: el 40% de todos los adultos mayores tiene como único recurso médico el INSABI, que ha mostrado deficiencias al proveer el servicio médico prometido aun antes de la declaratoria de emergencia sanitaria.

Según la LA SECRETARIA DE SALUD, al 7 de abril de 2020, el 18% de los casos confirmados corresponde a personas de 60 o más años. En este grupo hay al menos 963 casos sospechosos; el 93% son posibles contagios por contacto. El riesgo aumenta para los adultos mayores que tienen enfermedades crónicas no transmisibles (personas con hipertensión arterial, pulmonar, insuficiencia renal, lupus, cáncer, diabetes mellitus, obesidad, insuficiencia hepática o metabólica, enfermedad cardiaca) o que VIVEN EN SITUACIÓN DE CALLE, que es el caso de casi 300 sólo en la Ciudad de México.

Aunado a esto, existen empleos con mayor posibilidad de contagio para los adultos mayores. Un ejemplo son los empacadores que, de manera voluntaria, laboran en las principales cadenas de supermercado y reciben como salario únicamente las propinas de los clientes. De acuerdo con DATOS DEL INAPAM, estas son 28 000 personas que trabajan alrededor de 5 horas diarias por 100 o 200 pesos, en promedio. El rango de edad va de 65 a 69 años y para muchos, en especial las mujeres, es su única fuente de ingreso.

A partir del 21 de marzo, cadenas como Soriana, Walmart, Superama, Bodega Aurrera y HEB decidieron, como medida preventiva, PRESCINDIR DEL APOYO DE LOS ADULTOS MAYORES que trabajan como empacadores. Soriana y HEB anunciaron que colocarán alcancías en las cajas registradoras y duplicarán cada peso ahí depositado para conformar un apoyo económico que se repartirá a sus empacadores de la tercera edad. Walmart, Bodega Aurrera y Superama mencionaron que otorgarán algún tipo apoyo económico, pero no han dicho de cuánto será el monto. Cabe mencionar que ninguna de las cadenas de supermercado mencionadas informó cuándo serán entregados los beneficios, aunque se espera que se den pronto y con total integridad.

Tanto el Decreto del gobierno federal –que aún falta que se concrete en hechos– como las medidas tomadas por el sector privado deben ser vigiladas para garantizar su correcta implementación y, cuando no fuere el caso, demandar su corrección. Aunque los adultos mayores no son el grupo con mayor número de muertes en el país, pues EN MÉXICO EL 63% DE LOS DECESOS CORRESPONDE A PERSONAS MENORES DE 60 AÑOS, el apoyo a este grupo de edad no debe dejarse de lado, pues es innegable que el avance natural de la edad deteriora el sistema inmune y pone en riesgo a un grupo económicamente vulnerable y, en muchos casos, socialmente excluido.

Por ello, medidas como la que tomó el INAPAM de SUSPENDER EL SERVICIO DE LAS RESIDENCIAS DE DÍA donde adultos mayores podían recibir atención gerontológica, seguimiento médico, rehabilitación física, estimulación cognitiva y dos alimentos al día son inaceptables. Muchos de ellos al ser despojados de este servicio se quedarán sin nadie que les brinde la atención y cuidados necesarios para estar al pendiente de su salud, y el gobierno no ofreció una alternativa sustituta a quienes no cuentan con más apoyo.

Seguiremos al pendiente del avance de todas las medidas mencionadas y buscaremos informar sobre la situación que enfrentan otros grupos que por su vulnerabilidad carecen de espacio para exigir que sean tomados en cuenta en esta crisis.

Rosa Castañeda (@Rosa_Castaned) es integrante de la Unidad de Investigación Aplicada de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.